Sesión 55 del Consejo de Derechos Humanos
26 de febrero – 5 de abril de 2024
Marzo 26, 2024
Item 7: Debate General sobre la situación de derechos humanos en Palestina y otros territorios árabes ocupados.
Debate General
Por Gilma Villatoro /GICJ
Traducido por Juanita Beltrán/GICJ
Resumen ejecutivo
El 26 de marzo de 2024 se celebró el Debate General sobre la situación de los derechos humanos en Palestina y otros territorios árabes ocupados, en el que se analizaron dos informes exhaustivos que abordan la cuestión de las violaciones de los derechos humanos en Palestina y otros territorios árabes ocupados. El punto central del debate fue el examen del informe del Alto Comisionado sobre los asentamientos israelíes en el territorio palestino ocupado y el Golán sirio ocupado.
En este informe se analizan minuciosamente los acontecimientos ocurridos entre noviembre de 2022 y octubre de 2023, resaltando una preocupante tendencia a la discriminación, la opresión y la violencia contra los palestinos, agravada por la incesante expansión de los asentamientos israelíes. A lo largo del período que abarca el informe, la actuación del Gobierno israelí pareció estar cada vez más alineada con los objetivos del movimiento colonialista, lo que plantea una amenaza importante a los derechos y la soberanía de los palestinos. Especialmente preocupantes fueron las medidas destinadas a transferir poderes administrativos sobre los asentamientos a funcionarios civiles israelíes, lo que podría allanar el camino para la anexión de Cisjordania en violación del derecho internacional.
La creciente expansión de los asentamientos israelíes ha dado lugar a numerosas violaciones de los derechos humanos, incluidos los derechos a la libre determinación, la igualdad y la no discriminación de los palestinos. Con aproximadamente 700.000 colonos israelíes que residen actualmente en Cisjordania y Jerusalén Oriental, junto con un aumento de la violencia de los colonos, la situación ha llegado a un punto crítico, lo que exacerba aún más la vulnerabilidad de las comunidades palestinas. El orador destacó el alarmante aumento de los ataques de los colonos y la línea borrosa entre la violencia de los colonos y la agresión patrocinada por el Estado, lo que subrayó la urgente necesidad de rendición de cuentas y justicia.
Contexto
Informe sobre los asentamientos israelíes en los territorios ocupados 52/35
El informe, presentado de conformidad con la resolución 52/35 del Consejo de Derechos Humanos, ofreció información actualizada sobre la aplicación de las disposiciones de la resolución desde el 1 de noviembre de 2022 hasta el 31 de octubre de 2023. El reporte destaca el examen realizado por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos sobre el avance de los asentamientos israelíes en la Cisjordania ocupada, incluida Jerusalén Oriental, y el consiguiente desplazamiento de la población palestina, que infringe el derecho internacional. En el informe se señalaba que la violencia de los colonos y la violencia estatal eran factores importantes que contribuían al desplazamiento de los palestinos, y que los incidentes se intensificaron tras los ataques de los grupos armados palestinos el 7 de octubre de 2023. Diversos factores exacerban los traslados forzosos, entre ellos la violencia de los colonos, los desalojos forzosos, las demoliciones, la no expedición de permisos de construcción, los asentamientos en tierras, la construcción de carreteras de circunvalación y del muro, las restricciones a la circulación y el acceso a la tierra, el cierre o la confiscación de tierras y las limitaciones a las actividades de la sociedad civil.
Marco jurídico e implicaciones de la expansión de los asentamientos
El derecho internacional de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario se consideran aplicables en los territorios ocupados, incluidas las obligaciones de Israel en virtud de los tratados y convenciones internacionales. Se señalan las violaciones por parte de Israel del Reglamento de La Haya y del Cuarto Convenio de Ginebra. Actividades de asentamiento e iniciativas políticas: El gobierno de Israel ha tomado medidas para transferir poderes administrativos de las autoridades militares a las civiles, alineando las políticas con los objetivos del movimiento de colonos. La creación del cargo de "Ministro adicional" para supervisar la gobernanza de Cisjordania plantea inquietudes sobre la facilitación de la anexión. El informe destacó las responsabilidades de la unidad de administración de asentamientos y la delegación de la autoridad para aprobar la planificación de asentamientos.
Se ha determinado que la expansión de los asentamientos podría conducir a la anexión de Cisjordania, lo que violaría el derecho internacional e institucionalizaría la discriminación contra los palestinos. Las estadísticas revelaron una importante población de colonos israelíes en Cisjordania y Jerusalén Oriental, con ampliaciones de los asentamientos existentes y construcción de nuevas unidades de vivienda. En La ilegalidad de los asentamientos israelíes según el derecho internacional se destaca junto con la proliferación de puestos avanzados de colonos y confiscaciones de tierras.
En el período comprendido entre el 11 y el 31 de octubre de 2023, se observó un aumento de la violencia de los colonos contra los palestinos en Cisjordania, en particular durante la temporada de cosecha de aceitunas. En este informe se documentaron incidentes de violencia, incluidos ataques a aldeas palestinas y comunidades de pastores, desalojos forzosos, demoliciones y no expedición de permisos de construcción, lo que puso de relieve la complicidad de las autoridades israelíes y la falta de rendición de cuentas de los perpetradores. Colonos israelíes enmascarados, armados con fusiles y pistolas, atacaron la ciudad de Qusra, lo que provocó heridos y muertos entre los palestinos, incluido un niño de seis años. Los ataques posteriores de los colonos durante la temporada de cosecha de aceitunas se dirigieron a agricultores palestinos, lo que provocó heridos, daños materiales y el robo o envenenamiento de las cosechas de aceitunas.
Además, la promoción de la expansión de los asentamientos por parte del gobierno israelí coincidió con oleadas de violencia de los colonos, lo que contribuyó a crear un entorno coercitivo destinado a ampliar el control efectivo de Israel en la Zona C. Altos funcionarios del gobierno apoyaron abiertamente las iniciativas de los colonos, alentando una mayor expansión de los asentamientos y la violencia contra los palestinos. Se impulsaron planes para construir miles de unidades de vivienda en asentamientos israelíes, acompañados de la regularización retroactiva de los asentamientos avanzados adyacentes a los asentamientos existentes. Complicidad de las fuerzas de seguridad israelíes: Se informó de que las fuerzas de seguridad israelíes estuvieron presentes durante los ataques de los colonos y, en ocasiones, colaboraron con ellos, escoltándolos durante incursiones violentas en comunidades palestinas. A pesar de las pruebas de colaboración y violencia, el número de acusaciones y condenas de los perpetradores siguió siendo bajo, lo que perpetuó un clima de impunidad. Las víctimas palestinas a menudo se abstuvieron de presentar denuncias debido a la falta de fe en las autoridades israelíes y al temor a las represalias.
Las autoridades israelíes siguieron ejecutando órdenes de desalojo y demolición contra palestinos, principalmente en la Zona C y Jerusalén Oriental, basándose en políticas de planificación discriminatorias. Los palestinos se enfrentaron a inmensas dificultades para obtener permisos de construcción, con una tasa de rechazo de más del 90%, lo que dio lugar a un elevado número de demoliciones y desplazamientos. Las autodemoliciones por parte de propietarios palestinos para evitar las multas y los cargos impuestos por las autoridades israelíes ejemplificaron el entorno coercitivo que soportaban los palestinos. En Jerusalén Oriental ocupada, las autoridades israelíes avanzaron en el proceso de liquidación de títulos de propiedad de tierras, con el objetivo de establecer un registro definitivo de la propiedad de las tierras. Este proceso, iniciado en numerosos bloques, parece haber aumentado el control de los israelíes sobre territorio adicional y facilitado la expansión de los asentamientos.
El Golán Sirio
El plan israelí de duplicar la población de colonos en el Golán sirio para 2027 sigue en marcha, con un aumento tanto del número de asentamientos israelíes como del tamaño de la población de colonos. En la actualidad, los colonos israelíes están distribuidos en 35 asentamientos diferentes. Junto con la expansión de los asentamientos, se aprobaron actividades comerciales como la construcción de turbinas eólicas, lo que generó preocupaciones sobre los posibles efectos para la salud y el empeoramiento de la situación de los derechos humanos de la población siria. El proyecto también amenazó el derecho a una vivienda adecuada, lo que podría provocar un mayor desplazamiento de la comunidad drusa. Las obras del proyecto de turbinas eólicas comenzaron el 20 de junio de 2023, cerca de Majdal Shams y Mas'adah, y la policía israelí proporcionó protección in situ a la empresa israelí Energix. Se produjeron enfrentamientos entre manifestantes sirios y agentes de policía, que provocaron heridas leves a tres manifestantes y tres agentes de policía. En consecuencia, en julio de 2023, el Primer Ministro de Israel pospuso el proyecto debido a la oposición de los aldeanos árabes.
Aplicación de la Resolución 52/33 del Consejo de Derechos Humanos
El segundo informe examinado se presentó de conformidad con la resolución 52/33 del Consejo de Derechos Humanos, en la que se subrayaba la necesidad imperiosa de que Israel, en su calidad de Potencia ocupante, se adhiriera a las resoluciones pertinentes de la Asamblea General, el Consejo de Seguridad y el Consejo de Derechos Humanos en relación con el Golán sirio ocupado. En particular, la resolución 497 (1981) del Consejo de Seguridad consideró inequívocamente nula y sin valor la imposición por Israel de sus leyes, jurisdicción y administración sobre el Golán sirio ocupado, y exigió la revocación inmediata de esa decisión. El Consejo, en su resolución 52/33, también instó a Israel a que detuviera los cambios en el carácter físico, la composición demográfica, la estructura institucional y el estatuto jurídico del Golán sirio ocupado.
En la resolución se hizo hincapié en el derecho de las personas desplazadas de la región a regresar a sus hogares y recuperar sus propiedades, y se encargó un informe del Secretario General sobre esta cuestión en el quincuagésimo quinto período de sesiones. Entre las respuestas recibidas en el informe figuraba la de la República Árabe Siria. La Misión Permanente de Siria respondió el 14 de diciembre de 2023, destacando la violación sistemática por parte de Israel de los derechos humanos en el Golán sirio ocupado desde 1967. Condenó el persistente desafío por parte de Israel a las resoluciones de las Naciones Unidas y al derecho internacional, facilitado por la protección de determinados miembros del Consejo de Seguridad, en particular los Estados Unidos.
Siria denunció la declaración ilegal del ex Presidente de los Estados Unidos en la que se reconocía la soberanía israelí sobre el Golán sirio ocupado, calificándola de violación del derecho internacional y de la Carta de las Naciones Unidas. Instó a la comunidad internacional a asumir la responsabilidad de contrarrestar tales acciones. Además, la República Árabe Siria citó la condena del Movimiento de los Países No Alineados al reconocimiento de los Estados Unidos, haciendo hincapié en la necesidad de que el Consejo de Seguridad y la comunidad internacional aborden esta violación. Reafirmó la validez de la resolución 497 (1981) del Consejo de Seguridad y destacó los efectos perjudiciales de las acciones de Israel sobre el desarrollo socioeconómico de la región. El informe destacó las políticas expansionistas de Israel, incluidos los proyectos de asentamiento y las confiscaciones de tierras, que exacerban la difícil situación de los residentes sirios. Hizo hincapié en las prácticas discriminatorias de Israel, en particular en la agricultura, la vivienda y la atención sanitaria, y pidió una intervención internacional para poner fin a estas violaciones.
Durante el Debate General, varios países participaron y expresaron sus comentarios y preguntas al Consejo:
Afganistán
La delegación del Afganistán reconoció con cautela la aprobación de la resolución SC res 2728, aunque la consideró tardía. Subrayó la urgencia de abordar las atrocidades mundiales, en particular las infligidas al pueblo palestino, y pidió que se pusiera fin a la atención selectiva. La delegación destacó la terrible situación caracterizada por el desplazamiento, las detenciones y los ataques a la infraestructura esencial, que afectan desproporcionadamente a mujeres y niños inocentes. La delegación subrayó la importancia de defender el derecho internacional como base de una paz duradera y pidió la adhesión a los principios del humanitarismo y el respeto de los derechos humanos sin excepción. Además, Afganistán instó a intensificar los esfuerzos colectivos para cesar las hostilidades y lograr una paz sostenible basada en las fronteras de 1976. Por último, pidió a la comunidad internacional que cumpliera con sus obligaciones jurídicas y morales movilizando rápidamente y facilitando la entrega de ayuda humanitaria a los más necesitados.
Chile, en representación de Bélgica, Brasil, Colombia, Eslovenia, España, Irlanda, Luxemburgo, México y Portugal
Chile expresó su profunda preocupación por la terrible crisis humanitaria en la Franja de Gaza, en particular el sufrimiento que padecían los civiles, en particular las mujeres y los niños. Instó a todas las partes a que se adhieran al derecho internacional, incluida la protección de los civiles y la garantía del acceso humanitario. La declaración condenó los ataques contra civiles y centros de atención de la salud, y destacó la necesidad de que se aplicaran plenamente las medidas provisionales ordenadas por la Corte Internacional de Justicia en relación con la Convención sobre el Genocidio. Chile destacó la obligación de Israel de abstenerse de acciones que violen el derecho internacional, en particular las que provoquen daños y desplazamientos forzados en Rafah, al tiempo que exigió la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes retenidos por Hamas. El grupo pidió que se adoptaran medidas urgentes, incluido un alto el fuego inmediato para facilitar la entrega de ayuda y restablecer los servicios esenciales. Destacaron el papel crucial del UNRWA en la prestación de ayuda humanitaria y la estabilización de la región, subrayando la importancia de una financiación sostenida y una investigación exhaustiva de las acusaciones contra el personal del UNRWA implicado en ataques terroristas. Por último, instaron a todas las partes a entablar un diálogo constructivo para lograr una solución de dos Estados en virtud de las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas, haciendo hincapié en la importancia de la rendición de cuentas por las violaciones del derecho internacional.
Bahréin
Bahrein, representado por la Primera Secretaria Fatima Ibrahim Al-Dosari, expresó su profunda preocupación por el conflicto en curso en Gaza. Subrayó la privación del pueblo palestino de sus derechos fundamentales y la grave crisis humanitaria que enfrenta, con necesidades cada vez más escasas. Bahrein realizó recientemente una operación aérea para entregar suministros de socorro urgentes a los residentes de Gaza en colaboración con varios países hermanos para aliviar su sufrimiento. Bahrein condenó enérgicamente las declaraciones extremistas y racistas emitidas por miembros del gobierno israelí sobre el desplazamiento de palestinos de Gaza, la reocupación del territorio y la construcción de asentamientos en él. Criticó la aprobación por parte de Israel de aproximadamente 3.500 nuevas unidades de asentamiento en Cisjordania, considerándola una violación del derecho internacional y una amenaza para la paz y la estabilidad en la región. Bahrein acogió con satisfacción la decisión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas de pedir un alto el fuego en Gaza. Instó a la comunidad internacional a cumplir con sus responsabilidades en la aplicación de la resolución para evitar un mayor empeoramiento de la catastrófica situación humanitaria y defender los principios del derecho internacional.
El grupo árabe
El Grupo Árabe abordó los importantes desafíos que enfrenta el mundo hoy en día, especialmente los relacionados con el fanatismo, el racismo, la discriminación, el discurso de odio, la islamofobia y la intolerancia religiosa.
Aunque estos fenómenos a menudo se disfrazan de libertad de expresión y prácticas democráticas, socavan los valores de la tolerancia, el respeto a los demás y la diversidad. El Grupo Árabe destacó que una de las formas más peligrosas de discriminación racial se manifiesta en la continua ocupación colonial de Israel de la tierra palestina, en particular sus continuos planes y esfuerzos para anexar grandes partes del territorio palestino, desmantelar su unidad geográfica y alterar su composición demográfica. El grupo condenó la segregación racial de Israel, representada por la supremacía racial israelí sobre el pueblo palestino, de conformidad con la llamada ley del "Estado-nación", que niega a los palestinos su derecho a la libre determinación y el derecho al retorno de los refugiados. Denunció los crímenes internacionales de Israel contra el pueblo palestino, que encarnan una visión del apartheid del siglo XXI, que impone un sistema dual de derechos basado en la etnia y la nacionalidad. Israel sigue erigiendo el muro del apartheid, que ha consumido más del 58% de las tierras y propiedades palestinas, mientras intenta transformar el resto de las tierras palestinas en cantones desunidos sin conexión regional con el mundo exterior. El Grupo Árabe acogió con satisfacción las medidas adoptadas para abordar estos fenómenos, incluida la resolución titulada "Combatir el odio religioso que incita a la discriminación, la hostilidad o la violencia" y la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre medidas para combatir la islamofobia.
Iraq, en nombre de un grupo de países [1]
La declaración conjunta emitida en el 55º período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas por la Misión Permanente de la República del Iraq en nombre de un grupo de países abordó la catastrófica situación de los derechos humanos en el territorio palestino ocupado. La declaración destacó la alarmante continuación de una agresión sin precedentes en la región, que ha dado lugar al martirio de más de 31.000 civiles, de los cuales el 70% son mujeres y niños, y más de 72.000 han resultado heridos. Además, alrededor de dos millones de palestinos han sido desplazados por la fuerza de sus hogares, lo que constituye una grave violación del derecho internacional humanitario y del derecho internacional de los derechos humanos. La declaración condenó enérgicamente los crímenes de genocidio, crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra y otras atrocidades cometidas por la potencia ocupante contra el pueblo palestino en Gaza. Se hicieron llamamientos urgentes para que se estableciera un alto el fuego inmediato e incondicional en Gaza y se pusiera fin a la agresión tanto de la potencia ocupante como de los colonos extremistas armados en varios territorios. Se instó a la comunidad internacional a cumplir con sus responsabilidades jurídicas y morales movilizando ayuda humanitaria para aliviar las terribles condiciones de vida en Gaza. La declaración acogió con satisfacción las medidas provisionales ordenadas por la Corte Internacional de Justicia y destacó su aplicación inmediata para impedir nuevos actos de genocidio. Reiteró su rechazo a cualquier intento de expulsar o desplazar por la fuerza a los palestinos de su tierra, expresó su pleno apoyo al UNRWA y reafirmó el derecho del pueblo palestino a la libre determinación y al establecimiento de un Estado independiente y soberano con Al Quds Al Sharif como su capital.
Marruecos
El representante del Reino de Marruecos, en nombre de la delegación, destacó la terrible situación en el Oriente Medio, en particular en lo que respecta a los territorios palestinos ocupados. En la declaración se hizo hincapié en la urgente necesidad de abordar la agresión en curso en Gaza, que había causado la pérdida de miles de vidas civiles y el desplazamiento de millones de personas, de las cuales una proporción significativa eran mujeres y niños. La delegación condenó las atroces violaciones del derecho internacional humanitario y del derecho de los derechos humanos por la potencia ocupante, incluidos los crímenes de lesa humanidad y los crímenes de guerra. Marruecos reiteró su firme apoyo a los derechos legítimos del pueblo palestino, incluido su derecho a la libre determinación y al establecimiento de un Estado independiente basado en las fronteras anteriores a 1967, con Jerusalén Oriental como su capital. La delegación subrayó la importancia de mantener el tema 7 en el programa del Consejo y pidió una acción colectiva para apoyar y proteger los derechos humanos de todas las personas afectadas por el conflicto. Además, Marruecos anunció una iniciativa humanitaria para entregar ayuda alimentaria esencial a la población palestina en Gaza y Jerusalén, demostrando su compromiso de aliviar el sufrimiento de los afectados por la crisis. La delegación instó a la comunidad internacional a adoptar medidas inmediatas para abordar la crisis humanitaria en Gaza, entre ellas garantizar la prestación sin contratiempos de la ayuda humanitaria y facilitar las negociaciones para un alto el fuego duradero y una solución pacífica.
Catar
En su declaración, la delegación de Qatar destacó las atrocidades y las graves violaciones que las fuerzas de ocupación israelíes siguen perpetrando contra el pueblo palestino en los territorios ocupados y la Franja de Gaza. La delegación subrayó la urgente necesidad de que la comunidad internacional aborde estas graves violaciones de los derechos humanos y garantice un alto el fuego inmediato en Gaza. Qatar advirtió contra cualquier ataque israelí contra la ciudad de Rafah, ya que ello provocaría más desastres humanitarios. Pidió a la comunidad internacional que adoptara las medidas adecuadas para evitar esas catástrofes y agradeció al Presidente la atención que prestaba a esta cuestión urgente.
Sudáfrica
En su declaración, Sudáfrica acogió con satisfacción la adopción de la Resolución 2728 (2024) por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) el 25 de marzo de 2024, en la que se exigía un alto el fuego inmediato en la Franja de Gaza durante el mes sagrado del Ramadán. La delegación expresó su satisfacción por la decisión del Consejo de exigir un alto el fuego y propuso que éste condujera a un alto el fuego duradero y sostenible. Sudáfrica instó al CSNU a garantizar el cumplimiento de la resolución, haciendo hincapié en su carácter vinculante para las partes implicadas. Durante la reciente visita al cruce de Rafah, el Secretario General de las Naciones Unidas (SGNU) transmitió su solidaridad con el pueblo de Gaza y condenó las atrocidades que se están cometiendo.
Sudáfrica pidió a todos los miembros del Consejo que actuaran en consonancia con el mandato de promover el respeto universal de los derechos humanos y las libertades fundamentales. Expresaron su preocupación por el hecho de que el Consejo no abordara de manera unánime las atrocidades que se estaban cometiendo en Gaza. Destacaron las advertencias de los mecanismos de procedimientos especiales, incluido el Relator Especial sobre el derecho a la alimentación, en relación con el riesgo de hambruna en Gaza debido a la inanición intencional por parte de Israel. Sudáfrica reiteró su reciente petición a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para que modificara las medidas provisionales en función de la nueva información, en particular en relación con la hambruna generalizada en Gaza. La delegación hizo hincapié en las muertes evitables de niños palestinos debido a las acciones de Israel en violación de la Convención sobre el Genocidio y la orden de la CIJ. Sudáfrica instó a todas las partes en la Convención sobre el Genocidio, incluidos los miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, a que cumplieran con sus obligaciones y apoyaran las medidas para proteger a los palestinos de los actos de genocidio, incluido un embargo de armas a Israel. Además, Sudáfrica hizo hincapié en la necesidad de poner fin a la ocupación ilegal israelí y a las prácticas de apartheid para garantizar el derecho del pueblo palestino a la libre determinación y poner fin a su sufrimiento. La delegada subrayó que la situación actual requiere una solución integral que aborde las causas profundas del conflicto.
Túnez
En su declaración, Túnez reiteró su compromiso con el tema 7 de la agenda, que subraya el compromiso con los derechos inalienables y no negociables del pueblo palestino frente a la represión sistemática por parte de la fuerza de ocupación. Túnez expresó una renovada condena de la agresión en Gaza y acogió la demanda de un alto el fuego inmediato por parte del Consejo de Seguridad en la Resolución 2728. La delegación pidió el estricto cumplimiento y la aplicación inmediata de la resolución, así como la eliminación de todos los obstáculos a la entrada de ayuda humanitaria para el pueblo palestino. Túnez condenó enérgicamente los crímenes cometidos por las fuerzas de ocupación y los colonos en Cisjordania y Al-Quds Al-Sharif, incluida la confiscación de tierras, la destrucción de viviendas, el desplazamiento forzado y los asentamientos ilegales. Túnez advirtió de las consecuencias catastróficas de estos crímenes para toda la región. La delegación reiteró su firme apoyo a la lucha del pueblo palestino contra la ocupación por sus legítimos derechos históricos, la libre determinación y el establecimiento de su Estado independiente con plena soberanía sobre su tierra y capital en Al-Quds Al-Sharif. Los dirigentes de Túnez pidieron que se adoptaran medidas urgentes y decisivas para hacer respetar las decisiones internacionales, poner fin a las actividades de asentamiento, incluso en los Altos del Golán, y poner fin a la ocupación de los territorios palestinos y otros territorios árabes, incluidos el Golán sirio ocupado y los territorios libaneses. Túnez también pidió que se activaran mecanismos de rendición de cuentas y justicia por todos los crímenes de guerra, genocidio, hambruna y desplazamiento forzado cometidos contra el pueblo palestino. La delegación destacó la importancia de aplicar el derecho internacional en lo que respecta al suministro de armas a la fuerza de ocupación y a las relaciones económicas con sus empresas de asentamientos.
Uganda, en nombre del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL)
El Movimiento de los Países No Alineados (MNOAL) reafirmó su solidaridad duradera con el pueblo palestino y su justa causa, condenando las violaciones generalizadas, flagrantes y sistemáticas de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario por parte de Israel. El MNOAL condena enérgicamente los actos de agresión y castigo colectivo de Israel contra el pueblo palestino, incluidos los asesinatos y heridas a decenas de miles de civiles, en particular durante la agresión militar contra la Franja de Gaza sitiada que comenzará en octubre de 2023. El MNOAL exige el fin inmediato de esta agresión y asedio ilegales, y pide un alto el fuego, un aumento de la ayuda humanitaria, el cese del desplazamiento forzado de palestinos y el cese de todas las demás políticas y prácticas ilegales israelíes. El Movimiento pide un apoyo político, económico y humanitario sostenido para ayudar a los palestinos a hacer realidad sus derechos inalienables, incluidos la libre determinación y la libertad en su Estado independiente y soberano de Palestina, con Jerusalén Oriental como su capital, sobre la base de las fronteras anteriores a 1967 y la resolución 194 (III) para los refugiados palestinos. El MNOAL reconoció y elogió los esfuerzos de las Naciones Unidas y sus organismos, especialmente el OOPS y el Comité para el ejercicio de los derechos inalienables del pueblo palestino, y alentó a que se siguiera prestando apoyo. Expresando profunda preocupación, el MNOAL condenó la política de asentamientos en curso de Israel y las actividades conexas en los territorios ocupados y el Golán sirio ocupado, incluida la expansión de los asentamientos, la expropiación de tierras, la demolición de viviendas y la confiscación de propiedades, que alteraban el panorama físico y demográfico. El MNOAL subrayó la ilegalidad de los asentamientos israelíes y las actividades conexas en virtud del derecho internacional, como lo confirmaron la Asamblea General, el Consejo de Seguridad y el Consejo de Derechos Humanos, y expresó profunda preocupación por los informes de las Naciones Unidas que documentaban las constantes violaciones de los derechos humanos contra los palestinos por parte de las fuerzas israelíes. Para concluir, el MNOAL reafirmó su pleno apoyo al Gobierno del Estado de Palestina en sus esfuerzos por poner fin a la ocupación y hacer realidad los derechos legítimos del pueblo palestino.
Emiratos Árabes Unidos (EAU)
Los Emiratos Árabes Unidos se dirigieron al Consejo de Seguridad y expresaron su gratitud por la reciente aprobación de una resolución en la que se pedía un alto el fuego inmediato en vista de la actual crisis humanitaria. Reiteraron su compromiso con la causa palestina y destacaron la necesidad de realizar esfuerzos sostenidos para lograr una paz duradera. Reflexionando sobre las contribuciones anteriores, en particular durante su período como miembro no permanente del Consejo de Seguridad, los Emiratos Árabes Unidos subrayaron su firme apoyo a la entrega de ayuda humanitaria vital a Gaza. Cabe destacar que los Emiratos Árabes Unidos colaboraron con asociados internacionales para facilitar el envío de suministros esenciales a Gaza a través de un corredor marítimo, asegurando un socorro oportuno para los segmentos más vulnerables de la sociedad. También reconocieron el papel crucial que desempeñó el OOPS en la asistencia a los palestinos y reafirmaron su apoyo inquebrantable a la misión del organismo. Además, condenaron las políticas israelíes de castigo colectivo y desplazamiento forzado de palestinos, y destacaron la importancia de defender el derecho internacional humanitario. Para concluir, los Emiratos Árabes Unidos reiteraron su compromiso de priorizar la humanidad y la solidaridad para abordar la difícil situación del pueblo palestino, enfatizando el imperativo de la compasión y la acción colectiva en tiempos de crisis.
Yemen
La República del Yemen formuló una declaración en la que la delegación expresó su apoyo a las declaraciones formuladas por los grupos regionales a los que pertenece y expresó su agradecimiento al Alto Comisionado por la actualización sobre la situación de los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados. Se hizo hincapié en la necesidad de que el Alto Comisionado adoptara una postura más firme al condenar a las autoridades de ocupación israelíes por sus graves violaciones de los derechos humanos en Gaza y Cisjordania, que se describieron como equivalentes a genocidio y crímenes de guerra. La delegación instó a la comunidad internacional a imponer un alto el fuego incondicional, retirar las fuerzas de ocupación israelíes de la Franja de Gaza, garantizar la entrega inmediata y sin restricciones de ayuda, facilitar el regreso de los palestinos desplazados internamente a sus zonas de residencia anteriores y proporcionarles refugios seguros de conformidad con el derecho internacional humanitario. Además, subrayó la importancia de garantizar el funcionamiento y el acceso pleno de las Naciones Unidas y los organismos internacionales, en particular el UNRWA, y de seguir financiando al UNRWA y a las organizaciones de la sociedad civil que trabajan para prestar ayuda humanitaria en medio de la hambruna y el genocidio que afrontan los palestinos en Gaza. Además, pidieron que se pusiera fin a la agresión y se aplicaran de inmediato las medidas provisionales impuestas por la Corte Internacional de Justicia a Israel. La declaración concluyó con expresiones de gratitud.
Brasil
La delegación del Brasil también expresó su profunda preocupación por la continua expansión de los asentamientos ilegales en Cisjordania y la creciente violencia de los colonos contra los palestinos, que ha dado lugar a nuevos desplazamientos. Las conclusiones del informe indicaron que las políticas del Gobierno israelí encaminadas a integrar el territorio ocupado a Israel también eran preocupantes para el Brasil. La delegación subrayó que la expansión de los asentamientos ilegales en el territorio palestino ocupado y el Golán sirio ocupado violaba el derecho internacional al trasladar a la población civil de Israel a los territorios ocupados. Además, el Brasil hizo hincapié en la postura que había expresado durante las audiencias de la Corte Internacional de Justicia, destacando el impacto perjudicial de las prácticas israelíes, como la confiscación de tierras, la destrucción de propiedades, la construcción de asentamientos y los cambios demográficos en los territorios palestinos. El Brasil condenó las leyes y políticas discriminatorias impuestas por la ocupación militar israelí a los palestinos, subrayando que esas acciones no sólo obstaculizan las perspectivas de paz, sino que también violan diversos derechos humanos del pueblo palestino. Brasil reafirmó su compromiso con una solución de dos Estados, y abogó por el establecimiento de un Estado palestino económicamente viable junto a Israel, dentro de fronteras mutuamente acordadas y reconocidas internacionalmente, que abarque la Franja de Gaza, Cisjordania y Jerusalén Oriental como su capital.
El Centro de recursos BADIL
El representante acogió con satisfacción el informe del Relator Especial sobre los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados. Subrayó que, con el pretexto del derecho internacional humanitario (DIH), Israel está llevando a cabo evacuaciones ilegales que constituyen crímenes de guerra, incluidos el desplazamiento forzoso y la limpieza étnica. Además, estas acciones generan condiciones que dan lugar a la destrucción de los palestinos en la Franja de Gaza. Basándose en la jurisprudencia de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), hizo hincapié en que estos crímenes de guerra, combinados con otras prácticas israelíes como el asesinato de desplazados internos, la destrucción indiscriminada y la negación de las necesidades básicas de los palestinos, constituyen la destrucción deliberada de los palestinos. El Centro de Recursos BADIL subrayó que facilitar las operaciones de las organizaciones internacionales, en particular el UNRWA, es responsabilidad de los Estados. Cuando se obstruyen estas operaciones y se deja sin financiación al UNRWA, lo que puede provocar daños a la población palestina protegida, se está cometiendo complicidad en el genocidio israelí. Destacaron que para poner fin al genocidio israelí, sus continuos crímenes internacionales y la impunidad es necesario abordar las causas profundas de la cuestión palestina, incluidas décadas de desplazamiento forzoso, colonización y apartheid, mediante un enfoque de descolonización basado en los derechos en toda la Palestina del Mandato.
Instituto de Estudios de Derechos Humanos de El Cairo (CIHRS)
La representante del Instituto, Mayssa Achek, expresó su profunda preocupación por la catástrofe que se está produciendo en Gaza, donde una hambruna inminente amenaza vidas. A pesar de las advertencias urgentes, la comunidad internacional no ha logrado detener los ataques indiscriminados de Israel contra civiles, las restricciones a la ayuda humanitaria, el desplazamiento de comunidades y la destrucción de infraestructuras. El CIHRS pidió un alto el fuego inmediato en Gaza para facilitar la entrega de asistencia humanitaria esencial a la población civil. También instó a la liberación incondicional de todos los rehenes civiles retenidos por Hamas y otros grupos palestinos en Gaza. Además, el CIHRS destacó la importancia de poner fin al apoyo a las operaciones militares israelíes, incluidas las transferencias de armas, e instó a todos los Estados miembros de las Naciones Unidas a que adopten medidas positivas para superar la obstrucción por parte de Israel de la ayuda humanitaria a Gaza. Dada la posibilidad de una hambruna masiva, instó a la comunidad internacional y al Consejo de Derechos Humanos a que adopten medidas inmediatas y enérgicas para proteger las vidas de civiles inocentes.
Asociación Ma'onah para los Derechos Humanos y la Inmigración
El representante de Ma'onah, Gada al Rayan, expresó su profunda preocupación por la devastadora guerra en Gaza, que se ha prolongado desde el 7 de octubre de 2023 y no hay señales de que la brutal campaña militar de Israel vaya a ceder. A fecha de 22 de marzo de 2024, las estimaciones de la OCHA revelan cifras alarmantes: más de 32.000 palestinos muertos, 73.000 heridos y 1,7 millones de desplazados de sus hogares, de los cuales más del 70% son mujeres y niños, lo que lo convierte en un genocidio contra el pueblo palestino. La situación humanitaria es terrible, como afirmó el Secretario General de las Naciones Unidas en diciembre, y las condiciones en Gaza no tienen parangón en la historia reciente. La ocupación ha dejado miles de hogares palestinos y ciudades enteras en ruinas, mientras que los civiles se ven hacinados en espacios cada vez más reducidos y privados deliberadamente de ayuda humanitaria en las fronteras. Los ataques aéreos sobre Rafah, último refugio en Gaza, y la amenaza inminente de una invasión terrestre han intensificado el miedo entre los 1,5 millones de palestinos que se refugian allí, y han dejado a los palestinos con la sensación de que no hay ningún lugar seguro. La Corte Internacional de Justicia (CIJ) ha determinado que los palestinos enfrentan una amenaza real de genocidio por parte de sus ocupantes. A pesar de las medidas provisionales que la CIJ adoptó hace dos meses para poner fin a la campaña genocida, los dirigentes de Israel se han negado a disminuir sus ataques y han intensificado su retórica genocida. La comunidad internacional debe tomar medidas decisivas para poner fin a este genocidio. Es impensable excusar demostraciones tan claras y documentadas de castigo colectivo. La defensa de los derechos humanos y de los valores internacionales apreciados exige detener la campaña de Israel.
Comentarios finales
El Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas aprobó varias resoluciones sobre el tema 7, en las que se pedía que Israel rindiera cuentas por los crímenes de guerra y los crímenes de lesa humanidad cometidos en Gaza. Basándose en un marco de instrumentos jurídicos internacionales como la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y los Convenios de Ginebra, la resolución A/HRC/55/L.30, patrocinada por el Pakistán en nombre de la Organización de Cooperación Islámica, sirvió como respuesta crítica a la terrible situación de los derechos humanos en el territorio palestino ocupado, incluida Jerusalén Oriental, y subrayó la urgente necesidad de rendición de cuentas y justicia. La resolución condenó las acciones de la potencia ocupante que equivalían a una limpieza étnica y pidió el fin inmediato del bloqueo ilegal de la Franja de Gaza.
Entre las medidas clave figuraban un alto el fuego en Gaza y la suspensión de las ventas de armas a Israel; se instaba a todos los Estados a que cesaran la venta, la transferencia y el desvío de armas, municiones y equipo militar para impedir nuevas violaciones del derecho internacional humanitario (párrafo 15). La resolución subrayó la importancia de la cooperación y la vigilancia internacionales para abordar las violaciones de los derechos humanos en curso y lograr una paz justa y sostenible en la región.
Diversos países expresaron su postura sobre la resolución, y Sudáfrica, Cuba, Chile y Brasil la apoyaron, haciendo hincapié en la importancia de la rendición de cuentas y la solidaridad con Palestina. Abogando por el fin de la ocupación y el genocidio, subrayaron la necesidad de acciones y no meras palabras. Por último, Estados Unidos –junto con Alemania, Argentina, Israel y Luxemburgo– votó en contra de la resolución, expresando su preocupación por la falta de condena a Hamás en el texto. Japón, Bulgaria, Países Bajos, Francia y Finlandia se abstuvieron, citando diversas preocupaciones, incluida la necesidad de un enfoque equilibrado.
Otras resoluciones incluyeron la reafirmación del derecho del pueblo palestino a la libre determinación y un llamado al cese inmediato e inequívoco de la ocupación de los territorios palestinos. Las resoluciones A/HRC/55/L.13 y A/HRC/55/L.28 se basaron en varios principios jurídicos, incluido el artículo 1 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, el artículo 55 de la Carta de las Naciones Unidas, así como muchas resoluciones anteriores del Consejo, afirmando además el derecho último a la libre determinación sin uso de la fuerza o amenazas. La ocupación ilegal de Israel violó el Estatuto de Roma de 2015 y el IV Convenio de Ginebra, lo que compromete la responsabilidad internacional de Israel.
Las principales medidas descritas en las resoluciones apuntaban a consolidar la soberanía permanente del pueblo palestino sobre su territorio, reafirmar su derecho a la libre determinación, poner fin de inmediato e inequívocamente a la ocupación de los territorios palestinos y promover la paz y la seguridad en la región. La ocupación ilegal del territorio palestino socavó significativamente la dignidad de los palestinos en Jerusalén Oriental y los Altos del Golán sirios. Las delegaciones de Palestina, Sudáfrica y Cuba pidieron que se pusiera fin a la limpieza étnica y a la apropiación del territorio palestino ocupado, respaldando las medidas descritas en las resoluciones e insistiendo en que se hiciera justicia al pueblo palestino. Por otra parte, los Estados Unidos, el Paraguay y Malawi votaron en contra de las resoluciones, citando el derecho inherente de Israel a la legítima defensa y la falta de investigación sobre la cuestión de la ocupación ilegal.
Geneva International Centre for Justice (GICJ) condena el establecimiento y la expansión continua de asentamientos en el territorio palestino ocupado y el Golán sirio ocupado por Israel. Esas acciones violan el derecho internacional humanitario, en particular la prohibición de trasladar poblaciones civiles a territorios ocupados, como lo han afirmado constantemente la Corte Internacional de Justicia y otros órganos de las Naciones Unidas. Esas transferencias constituyen crímenes de guerra y pueden dar lugar a responsabilidad penal individual para los implicados. Además, el Consejo de Seguridad ha hecho hincapié en repetidas ocasiones en la necesidad imperiosa de poner fin a la prolongada ocupación israelí de los territorios árabes, incluida Jerusalén, desde 1967. Al entrar en el quincuagésimo sexto año de ocupación militar israelí, los asentamientos en Cisjordania siguen expandiéndose, perpetuando la discriminación contra los palestinos y violando flagrantemente sus derechos a la libre determinación, la igualdad y la no discriminación. Apoyamos al pueblo palestino e imploramos a la comunidad internacional que adopte medidas y acciones prácticas para poner fin a la colonización israelí.
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[1] Arabia Saudita, Argelia, Bahréin, Comoras, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Iraq, Jordania, Kuwait, Líbano, Libia, Marruecos, Mauritania, Omán, Palestina, Qatar, Somalia, Sudán, Siria, Túnez, Yemen, Bangladesh, Cuba, República Popular Democrática de Corea (RPDC), Irán, Indonesia, Maldivas, Malasia, Sudáfrica, Venezuela, Colombia, Afganistán, Pakistán, Eritrea, China, Yibuti