Por Amie Sillito/ GICJ
Traducción: Lian Martínez/ GICJ
El conflicto en Yemen se atribuye a los numerosos procesos políticos fallidos que intentaron llevar la estabilidad al país tras la Primavera Árabe de 2011. Abdrabbuh Mansour Hadi sustituyó a Ali Abdullah Saleh en la presidencia en 2011, trayendo esperanza al país, pero su incapacidad para evitar los ataques de los yihadistas, la continua lealtad del personal de seguridad a Saleh y los altos niveles de corrupción, desempleo e inseguridad alimentaria llevaron a una mayor inestabilidad y conflicto en el país.
Ravina Shamdasani, portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), reveló que estaba profundamente preocupada por la continua escalada del conflicto en Yemen. Los ataques aéreos de la coalición liderada por Arabia Saudí sobre la capital, Saná, dejaron al menos cinco civiles muertos al ser alcanzada una casa en el distrito de Maín de la ciudad este mes. Los ataques aéreos se produjeron tras un periodo de ataques con misiles y aviones no tripulados contra objetivos de las fuerzas rebeldes de Ansar Allah, socio de la coalición, en los Emiratos Árabes Unidos.
Los últimos datos de la OACDH indican que el nivel de violencia de este mes podría superar pronto el registrado en diciembre, debido al elevado número de ataques aéreos, drones y cohetes empleados por todas las partes en la prolongada guerra. El Secretario General de la ONU, António Guterres, condenó el lunes 17 de enero de 2022 el aumento de la violencia y subrayó que los ataques contra civiles e infraestructuras civiles están prohibidos por el derecho internacional humanitario.
La tensión y la escalada de violencia llevaron al lanzamiento de un ataque de contraofensiva dirigido por las fuerzas gubernamentales contra los Houthis en la gobernación de Shabwah, al suroeste de Marib, rica en petróleo. La Sra. Shamdasani declaró que los combates se han extendido aún más a las gobernaciones de Marib y Al Baydah, con docenas de ataques aéreos y de artillería lanzados por las fuerzas rebeldes, sin tener en cuenta las vidas de los civiles. El 13 de enero de 2022, los ataques aéreos dirigidos por la coalición liderada por Arabia Saudí hirieron a cuatro civiles y dañaron parte de los departamentos de urgencias y de hospitalización de un hospital en Al Sawed. El portavoz del ACNUDH hizo hincapié en que todas las partes en el conflicto deben garantizar la protección de los civiles y de los bienes de carácter civil, de acuerdo con las obligaciones que les impone el derecho internacional. Además, las partes en conflicto deben tomar todas las medidas posibles para verificar que los objetivos son objetivos militares y las partes deben suspender los ataques si se hace evidente que el objetivo no es un objetivo militar o que el ataque sería desproporcionado. Concluyó que el incumplimiento de los principios de distinción y proporcionalidad podría equivaler a crímenes de guerra.
Geneva International Centre for Justice (GICJ) condena los ataques a civiles por parte de las partes en conflicto e insta al gobierno de Yemen a encontrar alguna forma de compromiso para poner fin a la violencia en la región.
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