Por Loïc Dorthe / GICJ

Traducido por Juanita Beltrán

La comunidad internacional se pronuncia contra las violaciones de los derechos humanos en Irán. Durante una Sesión Especial celebrada el 24 de noviembre de 2022, el Consejo de Derechos Humanos adoptó por 25 votos a favor y 6 en contra la resolución A/HRC/S-35/L1.

Con el título "Deterioro de la situación de los derechos humanos en la República Islámica de Irán", el núcleo de esta resolución es el establecimiento de una misión internacional independiente de investigación. Su mandato consiste en "investigar las presuntas violaciones de los derechos humanos en la República Islámica de Irán relacionadas con las protestas que comenzaron el 16 de septiembre de 2022, incluidas las dimensiones de género de dichas violaciones". Las pruebas de estos delitos deben ser recopiladas, consolidadas y analizadas en colaboración con las partes interesadas, incluido el Gobierno de la República Islámica de Irán, la OACDH y el Relator Especial para Irán. 

Además, esta resolución denuncia la respuesta del régimen a las protestas. Reconoce la "muerte de al menos 304 personas, incluidos 41 niños", que participaron en las protestas en todo el país. Se insta a la República Islámica de Irán a que adopte todas las medidas necesarias para impedir las ejecuciones extrajudiciales, las desapariciones forzadas, la violencia sexual y de género, los arrestos y detenciones arbitrarios y la tortura contra manifestantes pacíficos. 

El Consejo ha especificado que la opresión de las mujeres y las niñas es motivo de preocupación. Denunciando la persistente discriminación en la vida pública y privada y en la legislación, se pidió a Irán que cumpliera sus obligaciones en materia de derechos humanos, incluido el derecho a la libertad de expresión y de opinión y el derecho a la libertad de religión o de creencias. 

Por último, reconociendo el intento del actual gobierno de limitar la libertad de expresión, el Consejo subrayó "la importancia de mantener un acceso libre, abierto, interoperable, fiable y seguro a Internet". 

Esta resolución debe ser acogida como un éxito, como un paso adelante en el respeto de los derechos humanos. La comunidad internacional no sólo tiene el derecho, sino también el deber de utilizar este mecanismo para promover los derechos de las personas en todo el mundo, y en este caso concreto, para recordar a Irán sus obligaciones. Al haber ratificado el PIDCP, Irán debe garantizar, entre otras cosas, la libertad de asociación y la libertad de expresión de su pueblo.

Rechazada la enmienda para suprimir el objetivo de la resolución

Un par de minutos antes de la votación final, la República Popular China sugirió oralmente una enmienda para eliminar de la resolución el establecimiento de la Misión de Investigación. Por tanto, la resolución modificada sólo habría condenado los abusos contra los derechos humanos, sin utilizar el ya limitado poder del Consejo para protegerlos. 

Criticada por no haber participado previamente en la redacción de la resolución, la RPC encontró aún cierto apoyo. Un pequeño grupo de países, entre los que la mayoría tiene un dudoso historial de derechos humanos, utilizó una narrativa bien conocida en el Consejo. Instaron a que la resolución siguiera el principio de no injerencia, acusaron a otros Estados de tener un doble rasero contra los países del sur global y destacaron una politización de los mecanismos de derechos humanos de la ONU. 

Sin embargo, el Consejo no cayó en la trampa. Las cuestiones planteadas en Irán eran sencillamente demasiado importantes como para ignorarlas. Más de 350 muertos. Detenciones arbitrarias de manifestantes pacíficos. Récord de violencia de género y tortura. Uso abusivo de la pena de muerte. Hoy el Consejo tenía el deber de actuar, y lo hizo. La enmienda fue rechazada por 25 votos contra 6.

Posición de Geneva International Centre for Justice 

Geneva International Centre for Justice condena firmemente la brutal opresión y las violaciones conexas de los derechos humanos perpetradas por el régimen iraní, y acogemos con satisfacción la resolución aprobada que establece la Misión de Investigación de la ONU. Instamos al actual gobierno de Irán a que permita que continúen las protestas. Las demandas de los ciudadanos deben ser escuchadas, y deben implementarse cambios para salvaguardar las libertades y los derechos de los iraníes. El CIGJ reconoce la lucha iraní y unimos nuestra voz a la suya. Hoy decimos Mahsa Amini, mujeres, vida y libertad. 



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