Por Loïc Dorthe / GICJ
Traducido por Natalia Venegas / GICJ
A pesar de su crucial labor de facilitar el acceso del público a la información, los periodistas son cada vez más objeto de un intento de silenciar sus voces. El Consejo de Derechos Humanos adoptó el 6 de octubre de 2022 una resolución para reforzar su protección y permitirles trabajar en un entorno seguro y propicio. Los 47 miembros aceptaron la resolución por consenso, que no requirió votación.
Los periodistas son asesinados de forma rutinaria, detenidos arbitrariamente y sometidos a abusos y vigilancia en línea, por llevar a cabo su trabajo. Para contrarrestar los abusos perpetrados cada vez más por los gobiernos, el Consejo adoptó la resolución H_HRC_51_L.14. En ella se destaca específicamente que la labor de los periodistas es primordial y se insta a los Estados a aplicar medidas concretas en este sentido. Esto incluye hacer esfuerzos para abordar el uso indebido de las leyes nacionales de difamación contra los periodistas, establecer mecanismos de prevención y protección, y garantizar la rendición de cuentas.
Todas las delegaciones que participaron en el debate final acogieron con satisfacción la resolución. Reconocieron la importancia de contar con medios de comunicación independientes y diversos para garantizar el cumplimiento del derecho a la libertad de expresión, proporcionar acceso a la información, asegurar el buen funcionamiento de las instituciones democráticas y garantizar el respeto de las normas de derechos humanos. Ucrania acogió con especial satisfacción la resolución, explicando que, desde el estallido de la guerra, 46 periodistas han sido atacados por las fuerzas rusas. El representante reiteró la importancia de su trabajo para sacar a la luz la verdad sobre las violaciones del derecho humanitario.
Geneva International Centre for Justice (GICJ) acoge con satisfacción la resolución de protección de los periodistas y espera que mejore sus condiciones de trabajo. Sin embargo, recordamos que los periodistas y los medios de comunicación siguen siendo objeto de ataques, y muchas zonas de conflicto siguen siendo inaccesibles para los periodistas.
