Por Loïc Dorthe / GICJ

Traducido por Juanita Beltrán Bayona / GICJ

Continúan las violaciones de los derechos humanos por parte de la junta gobernante en Myanmar. Mientras la comunidad internacional no se pone de acuerdo sobre un embargo de armas, el ejército sigue reprimiendo a toda la oposición política y atacando a las minorías étnicas, asesinando a civiles con armas letales importadas.

El domingo 23 de octubre de 2022, los civiles del estado de Kachin celebraron el 62º aniversario de la creación de la Organización para la Independencia de Kachin (KIO) cerca del municipio de Hpakant. Se calcula que entre 300 y 500 personas asistieron a los festejos, que incluyeron un concierto. Alrededor de las 8:40 pm, dos aviones militares asaltaron el evento y lanzaron cuatro bombas sobre la multitud. Al menos 60 personas murieron y 100 personas resultaron heridas, convirtiéndose en el ataque más letal desde que la Junta tomó el poder en el país el 1 de febrero de 2021.

Las redes de comunicación militares guardaron silencio en un primer momento, pero posteriormente reconocieron que se trataba de una "operación necesaria", ya que el suceso tuvo lugar en una zona utilizada por el Ejército de la Independencia de Kachin (KIA) para entrenar a sus tropas. Con sólo una minoría de bajas entre los oficiales o soldados del KIA, y con decenas de civiles muertos y heridos, la Junta ha demostrado una vez más claramente a quién tiene como objetivo, a las minorías étnicas y a los civiles [1]. 

Estas inmensas violaciones de los derechos humanos cometidas por la junta militar de Myanmar se suman a las pruebas de sus crímenes. Sin embargo, siguen faltando medidas concretas que podría tomar la comunidad internacional, como la imposición de sanciones económicas selectivas o al menos la negativa a vender armas a la junta ilegal e ilegítima.

Geneva International Centre for Justice (CIGJ) sigue denunciando y pidiendo que se actúe para proteger al pueblo de Myanmar. Sin embargo, este suceso no nos sorprende en absoluto. La lista de violaciones de los derechos humanos cometidas por la junta indica lo que el futuro le depara a Myanmar, incluidos los continuos asesinatos en masa de civiles, los civiles seleccionados que representan elementos de genocidio, la violencia de género, la opresión de la oposición política, las deportaciones y detenciones ilegales y la falta total de Estado de derecho.

Como han descrito todos los expertos independientes, la situación es aterradora. GICJ insta a la comunidad internacional a tomar medidas concretas. Como la mayoría de los socios de la junta son Estados vecinos, pedimos a los Estados de la ASEAN, cuyos ministros de Asuntos Exteriores se reúnen concretamente en Yakarta el jueves 27 de octubre, que impongan sanciones coordinadas. Aunque sus acciones de 5 puntos fueron elogiadas en el último CDH51, las pruebas de los expertos independientes han demostrado su falta de eficacia. Por lo tanto, pedimos que se reanuden los debates constructivos para mejorar la eficacia de estas sanciones, por lo tanto, pedimos un embargo total de armas en el país, y recordamos que los intereses económicos nunca deben prevalecer sobre crímenes atroces.

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[1 & image source] https://www.rfa.org/english/news/myanmar/airstrike-10242022190133.html



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