El 49º período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos

28 de febrero - 1 de abril de 2022

Tema 3 del programa - Promoción y protección de todos los derechos humanos, civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, incluido el derecho al desarrollo

Diálogo interactivo con el Relator Especial sobre la situación de los defensores de los derechos humanos

11 de marzo de 2022

Por Conall Corrigan / GICJ

Traducido por Aimara Pujadas / GICJ

Resumen ejecutivo

El 11 de marzo de 2022, la 24ª sesión del 49º período ordinario de sesiones del Consejo de Derechos Humanos examinó el informe de la Sra. Mary Lawlor, Relatora Especial sobre la situación de los defensores de los derechos humanos (A/HRC/49/49), durante un diálogo interactivo sobre el mismo tema.

La Sra. Lawlor abrió el diálogo interactivo presentando las conclusiones de su último informe, dedicado al papel que desempeñan los defensores de los derechos humanos (DDH) en la lucha contra la corrupción a escala mundial. La Relatora Especial reconoció que la corrupción está profundamente arraigada en algunas sociedades, pero pidió a los Estados que reconozcan el valor del trabajo que los defensores de los derechos humanos contra la corrupción han llevado a cabo en sus países y señaló los importantes riesgos que corren muchos de ellos al defender eficazmente su causa. 

La Sra. Lawlor destacó que los defensores de los derechos humanos en todo el mundo a menudo se sienten abandonados por la ONU y la comunidad internacional en general. Se hizo hincapié en la naturaleza cada vez más peligrosa del trabajo realizado por los defensores de los derechos humanos que luchan contra la corrupción y la falta de reconocimiento y apoyo que reciben de los Estados por sus esfuerzos. La Relatora Especial señaló que los defensores de los derechos humanos son vulnerables a una amplia gama de ataques que incluyen amenazas directas, ciberataques, acoso en línea y ataques físicos.  Por ello, pidió a los Estados que adopten medidas más eficaces para proteger a los defensores de la lucha contra la corrupción.

Un número significativo de delegaciones expresaron su firme apoyo al trabajo realizado por los defensores de los derechos humanos y al papel que desempeñan en el fortalecimiento de la sociedad civil en todo el mundo. Sin embargo, se planteó la preocupación por las amenazas y represalias a las que se enfrentan muchos defensores por sacar a la luz la corrupción, y se prestó mucha atención a la naturaleza de género de los ataques que los defensores se ven obligados a soportar. Muchos grupos de la sociedad civil acogieron con satisfacción el informe de la Relatora Especial e instaron a los Estados a reconocer el peligro al que se exponen los defensores de los derechos humanos, especialmente cuando trabajan en sociedades a veces inestables. Las ONG alentaron a los Estados a adoptar leyes y políticas concretas que ofrezcan a los defensores mayores niveles de protección contra la discriminación y la intimidación.

La Relatora Especial concluyó el debate instando a los Estados a aplicar políticas que garanticen la protección de los defensores de los derechos humanos y pidió a la comunidad internacional que se comprometa de forma más productiva con ellos en su defensa. La Sra. Lawlor hizo hincapié en que los Estados deben tomarse en serio las amenazas contra los defensores de los derechos humanos, ya que éstas pueden intensificarse si no se las controla.                                     

Antecedentes

En mayo de 2020, la Sra. Mary Lawlor fue nombrada por el Consejo de Derechos Humanos como Relatora Especial sobre la situación de los defensores de los derechos humanos, siendo esta su principal preocupación. La Relatora Especial observó un número creciente de informes sobre el impacto perjudicial de la corrupción en la realización y el pleno disfrute de los derechos humanos y, por ello, dedicó su informe temático a examinar los esfuerzos de lucha contra la corrupción. 

La Sra. Lawlor ha identificado a los defensores de la lucha contra la corrupción como una prioridad de su trabajo, como se demuestra en su informe de 2020 a la Asamblea General (A/75/165). Ha observado con preocupación que los defensores de los derechos humanos que trabajan sobre la corrupción son a menudo atacados por exponer o luchar contra los abusos de poder, la impunidad y otras prácticas antidemocráticas. La corrupción, y su relación con el trabajo de los defensores de los derechos humanos, se ha convertido en una cuestión cada vez más apremiante a la luz de la pandemia de Covid-19. En este contexto se han descubierto numerosos casos de corrupción, como el fraude y el soborno en las cadenas de suministro de servicios sanitarios, así como la falta de transparencia en la asignación de recursos. Estas prácticas han reforzado la necesidad de examinar de cerca el vínculo entre la corrupción y los derechos humanos y el papel que desempeñan los defensores de los derechos humanos en la denuncia e investigación de estas infracciones. 

Informe de la Relatora Especial sobre la situación de los defensores de los derechos humanos

Informe A/HRC/49/49 sobre los defensores de los derechos humanos que trabajan contra la corrupción. El Relator Especial lamentó la falta de una definición de corrupción acordada internacionalmente, pero señaló que se trata fundamentalmente de una cuestión relacionada con los derechos humanos que socava el Estado de Derecho y la confianza pública en las instituciones democráticas. El informe reconoce los peligros que corren los defensores de los derechos humanos cuando investigan a los que están en el poder y subraya que siguen estando expuestos a muchas formas de ataques, como la vigilancia electrónica y física, las amenazas directas y el acoso judicial. 

La actual pandemia del Covid-19 abrió más vías para el abuso de poder y los defensores de los derechos humanos siguen siendo objeto de ataques por sus esfuerzos para denunciar la corrupción en este contexto. El informe reconocía que los profesionales de la salud, los médicos, los periodistas y los investigadores de derechos humanos no estaban protegidos adecuadamente por muchos Estados cuando ponían de manifiesto la corrupción derivada de la pandemia. El Relator Especial lamentó el fracaso de muchas iniciativas nacionales e internacionales de lucha contra la corrupción diseñadas para proteger y promover adecuadamente los esfuerzos de los defensores de los derechos humanos que luchan contra la corrupción y reconoció que algunos Estados han aprobado leyes que dificultan el trabajo de los defensores de la lucha contra la corrupción. A pesar de las dificultades a las que se siguen enfrentando los defensores de los derechos humanos para llevar a cabo su trabajo, el Relator Especial señaló que los esfuerzos para combatir la corrupción han comenzado a mostrar cierto éxito. El informe documentó casos en Pakistán, Kenia, Guatemala y Chipre que demuestran el papel que los defensores de los derechos humanos han desempeñado para ampliar el acceso a servicios vitales y deshacer las prácticas corruptas. Sin embargo, el Relator Especial reconoció que los Estados deben hacer mucho más para librar a la sociedad de la corrupción generalizada. 

Entre los grupos que luchan contra la corrupción, incluidos los académicos y los abogados, el informe afirma que los trabajadores de los medios de comunicación representan más de la mitad de las violaciones registradas contra los defensores de la lucha contra la corrupción. En la mayoría de los casos, los trabajadores de los medios de comunicación fueron acosados por las autoridades por investigar e informar sobre casos de corrupción o malversación de fondos públicos, y esta intimidación suele extenderse a los familiares de los defensores. Entre los trabajadores de los medios de comunicación, se observó que el uso de amenazas legales era una práctica particularmente frecuente en respuesta a su trabajo y muchos reconocieron que era un área de extrema preocupación. Además, la Relatora Especial señaló la dificultad que enfrentan los denunciantes para exponer la corrupción, con la amenaza de consecuencias legales y financieras que a menudo obstaculizan su capacidad para llevar a cabo su trabajo con eficacia. Estos procesos judiciales pueden suponer una importante pérdida de los recursos humanos y financieros de los defensores de los derechos humanos y las ONG.

Un área de particular importancia dentro del informe se refiere a la naturaleza basada en el género de los ataques contra los defensores de derechos humanos anticorrupción. la Relatora Especial destacó el hecho de que muchas defensoras denunciaron haber recibido amenazas basadas en su género, incluyendo amenazas de agresión sexual, violación y asesinato. Como resultado, las mujeres que hacen campaña contra la corrupción están expuestas a un mayor riesgo que sus homólogos masculinos, ya que son amenazadas tanto por el trabajo que realizan como por su género. Además, la Relatora Especial señaló la cuestión de la "sextorsión" y el impacto que tiene en el trabajo de los defensores de los derechos humanos. Tales prácticas exponen a las defensoras de los derechos humanos a niveles adicionales de vulnerabilidad e intimidación y refuerzan los peligros a los que se enfrentan las mujeres al abogar por las causas anticorrupción.  

La Relatora Especial concluyó su informe reafirmando el vínculo entre la corrupción y los derechos humanos y animó a la comunidad internacional y a la sociedad civil a reconocer, celebrar y proteger la labor de los defensores de los derechos humanos. El informe ofrecía una serie de recomendaciones a los Estados, a las organizaciones internacionales y a la sociedad civil para que se ocupen del actual maltrato a los defensores de los derechos humanos contra la corrupción y garanticen la promoción de su trabajo en el futuro. la Relatora Especial hizo un llamamiento a la comunidad internacional y a las organizaciones de la sociedad civil para que acojan y se comprometan con los defensores de los derechos humanos con el fin de reforzar sus esfuerzos para hacer frente a la corrupción. El informe también hace un llamado a los Estados para que investiguen y enjuicien de forma efectiva a quienes realizan prácticas discriminatorias y violentas contra los defensores de la lucha contra la corrupción, y estipula que debe fomentarse un entorno propicio para los defensores de los derechos humanos que les permita realizar su trabajo sin impedimentos. 

Diálogo interactivo sobre el informe de la Relatora Especial

Ginebra, 12 de marzo de 2022. En la 24ª sesión del 49º período ordinario de sesiones del Consejo de Derechos Humanos, la Relatora Especial sobre la situación de los defensores de los derechos humanos sostuvo un diálogo interactivo sobre el trato a los defensores de los derechos humanos que luchan contra la corrupción.

La Relatora Especial inició la reunión informando al Consejo de que había hablado recientemente con defensores de los derechos humanos en Ucrania, así como en Afganistán, que se sentían abandonados por la ONU. La Sra. Lawlor señaló que las defensoras de los derechos humanos se ven obligadas a adaptarse a condiciones cada vez más peligrosas para llevar a cabo su trabajo y que recientemente han tenido que cambiar su enfoque de la defensa a la documentación de los crímenes de guerra. La Relatora Especial destacó el hecho de que la invasión rusa de Ucrania coincidió con los ataques sostenidos contra los defensores de los derechos humanos en Rusia y Bielorrusia y advirtió de los días sombríos para los defensores en estos dos Estados. En su informe de 2021, la Sra. Lawlor detalló los asesinatos de defensores de los derechos humanos en 64 Estados miembros de la ONU y reiteró su petición a los Estados para que estudien la forma de evitar que se sigan perdiendo vidas de quienes luchan contra las violaciones de los derechos humanos. 

En su último informe, la Relatora Especial analizó la situación de los defensores de los derechos humanos que trabajan para denunciar y erradicar la corrupción. Su informe detalla cómo varios grupos, entre ellos periodistas, abogados y académicos, se enfrentan a graves riesgos por exponer y luchar contra la corrupción. En los últimos años, muchos defensores de los derechos humanos han sido atacados por exponer la corrupción relacionada con la pandemia de Covid-19. La Sra. Lawlor señaló que los defensores de los derechos humanos lograron cierto éxito en sus esfuerzos por combatir la corrupción, pero en estados como Yemen y Vietnam, los defensores de la lucha contra la corrupción han sido atacados por su trabajo pacífico de derechos humanos. La Relatora Especial pidió a los Estados que abrieran investigaciones justas, transparentes e independientes sobre los ataques contra los defensores de los derechos humanos e imploró a los Estados que escucharan a los defensores de los derechos humanos a la hora de formular políticas. La Sra. Lawlor reconoció que, en última instancia, los Estados deben encontrar la voluntad política para evitar el acoso a los defensores de los derechos humanos y garantizar un trato justo dentro de sus jurisdicciones. 

La delegada de la Unión Europea aplaudió la labor de los defensores de los derechos humanos en la denuncia de la corrupción y reconoció sus esfuerzos por contribuir a una sociedad abierta y justa. La delegada expresó su profunda preocupación por las conclusiones del informe de la Relatora Especial y reconoció que gran parte del trabajo realizado por los defensores de los derechos humanos tiene lugar en un entorno de impunidad. El asesinato de los defensores de la lucha contra la corrupción, así como los ataques por razón de género perpetrados contra las defensoras de los derechos humanos, constituían un ámbito de especial preocupación para la delegación. La UE afirmó su compromiso de colaborar con el mandato de la Relatora Especial para proteger a los defensores de los derechos humanos y destacó que ya han adoptado normas para garantizar un alto nivel de protección de los defensores. La delegada confirmó que la UE seguirá adoptando un enfoque basado en los derechos humanos en los esfuerzos de lucha contra la corrupción para garantizar un entorno seguro y propicio para los defensores de los derechos humanos.

La delegada de los países nórdicos y bálticos destacó la importancia del vínculo entre los derechos humanos y la corrupción. Animó a los Estados a participar en las negociaciones de la resolución sobre los defensores de los derechos humanos presentada por Noruega, que aborda las necesidades de protección de los defensores de los derechos humanos que actúan en situaciones de conflicto y post-conflicto. Se mostró alarmada por las amenazas y represalias que se llevan a cabo contra los defensores de los derechos humanos por denunciar y luchar contra la corrupción. La delegación defendió la opinión de que la corrupción mina la confianza en las instituciones públicas y socava el estado de derecho. 

El delegado chino subrayó que su gobierno está comprometido con la protección de los derechos humanos y argumentó que la corrupción socava la equidad y la justicia, lo que obstaculiza el desarrollo económico. El delegado subrayó que, aunque China se dedica a luchar contra la corrupción, algunos infractores de la ley actúan con el pretexto de defender los derechos humanos para desestabilizar la sociedad. En opinión del delegado, la comunidad internacional debería oponerse a tales acciones y los infractores de la ley deberían ser castigados por los delitos que han cometido. Se cuestionó el caso relacionado con China que figuraba en el informe y que detallaba la detención de un defensor de los derechos humanos en la región autónoma china de Xinjiang Uyghur. El delegado argumentó que la persona en cuestión no era un defensor de los derechos humanos, sino que era culpable de numerosos delitos y estaba comprometida con la subversión del poder del Estado. La Relatora Especial fue acusada de excederse en su mandato al incluir el caso en su informe y el delegado le dijo que se abstuviera de interferir en la soberanía judicial de China.

La delegada de Cuba hizo referencia al papel proactivo que ha desempeñado la sociedad civil en la prevención y la lucha contra la corrupción y elogió a los grupos de estudiantes y a las organizaciones profesionales por sus esfuerzos. La delegada mostró su apoyo a la labor de los defensores de la lucha contra la corrupción, pero expresó su alarma por el uso a veces "indiscriminado e injustificado" del término defensores de los derechos humanos, y que la Relatora Especial está en condiciones de defender el uso adecuado de este calificativo.  La delegada rechazó lo que considera la "manipulación" de los mecanismos de derechos humanos de la ONU por parte de algunas personas y organizaciones que buscan promover campañas de desinformación por motivos políticos contra el Estado cubano e instó a la OACDH a verificar cuidadosamente toda la información que reciben. 

El delegado iraquí destacó la preocupación que comparte con la Relatora Especial por las denuncias de amenazas contra los defensores de los derechos humanos. Se hizo hincapié en el importante papel que desempeñan los defensores de la lucha contra la corrupción a la hora de identificar y trabajar para prevenir los actos de corrupción y se subrayó que debe existir una asociación entre los defensores de los derechos humanos y las instituciones gubernamentales para combatir eficazmente estas cuestiones. El delegado señaló que los defensores de los derechos humanos han desempeñado un papel fundamental en la concienciación sobre los peligros de la corrupción en la sociedad civil y en la sociedad en general. El delegado destacó que el gobierno siempre ha intentado establecer condiciones judiciales para defender los DDHs y examinar las violaciones cometidas contra ellos. Se destacó que el sistema de justicia ya ha dictado sentencias contra quienes han agredido o asesinado a los defensores de los derechos humanos y que sigue comprometido a garantizar la protección de los defensores.

Posteriormente, se permitió a varias organizaciones de la sociedad civil hablar sobre las conclusiones del informe. Las ONG acogieron con satisfacción el informe del Relator Especial y reconocieron los riesgos a los que se enfrentan los defensores de los derechos humanos en la lucha contra la corrupción y el efecto perjudicial que ésta tiene sobre los derechos humanos. Se enfatizó en la necesidad de proteger a los defensores de los derechos humanos de la discriminación y la intimidación, y un grupo señaló que, si bien Internet permite a los defensores llevar a cabo su trabajo con mayor eficacia, también abre más vías para la proliferación de noticias falsas y el abuso hacia los que luchan contra la corrupción. Las ONG reforzaron la necesidad de que los Estados se comprometan a crear un entorno propicio para los defensores de los derechos humanos a fin de garantizar que no tengan que recurrir a métodos peligrosos para realizar su trabajo. Varios grupos pidieron a los Estados que adopten una resolución que reconozca los peligros a los que se exponen los defensores de los derechos humanos y que los Estados se responsabilicen de cualquier violación de los derechos humanos que se cometa contra ellos. 

Observaciones finales

La Relatora Especial reiteró su postura de que la clave para proteger a los defensores de los derechos humanos es garantizar que se establezcan políticas y leyes que les proporcionen una mayor visibilidad y legitimidad dentro de la sociedad. La Sra. Lawlor hizo hincapié en la necesidad de que los Estados se tomen en serio las amenazas digitales contra los defensores, señalando que ha surgido un patrón relativo a la escalada de los ataques en línea a los ataques físicos. La Relatora Especial habló de la necesidad de que los actores no estatales, como las empresas online, rindan cuentas por permitir que estas amenazas se publiquen en sus sitios. La Sra. Lawlor volvió a destacar las continuas amenazas a las que se enfrentan los defensores de los derechos humanos en su lucha contra la corrupción, señalando que varios defensores han visto infectados sus dispositivos con el programa espía Pegasus. La Relatora Especial concluyó su intervención haciendo un llamamiento a los Estados para que adopten medidas más eficaces para proteger los derechos humanos de los defensores.

Posición de Geneva International Centre for Justice

Geneva International Centre for Justice (GICJ) elogia el papel fundamental que desempeñan los defensores de los derechos humanos para contribuir a la mejora de la democracia y la sociedad civil en todo el mundo. GICJ apoya plenamente los esfuerzos de los defensores de la lucha contra la corrupción y hace un llamamiento a los Estados para que les ofrezcan una mejor protección para llevar a cabo dicha labor. Las conclusiones del informe de la Relatora Especial, que documenta los peligros a los que se enfrentan los defensores de los derechos humanos en el desempeño de su labor, suscitan una serie de preocupaciones y GICJ solicita a los Estados que garanticen una mayor responsabilidad de los autores que amenazan el bienestar de quienes defienden mejores prácticas de derechos humanos.

Es imperativo que los Estados reconozcan el impacto perjudicial que tiene la corrupción en el pleno disfrute de los derechos humanos, participen en consultas proactivas con los defensores de los derechos humanos y les permitan desempeñar un papel activo en la formulación de políticas públicas. Para lograr esto, los Estados deben hacer un esfuerzo concertado para abordar las fallas estructurales que han permitido que la corrupción se arraigue en sus instituciones. Es vital que los gobiernos se comprometan con los mecanismos nacionales e internacionales para garantizar que los DDHs no tengan que recurrir a métodos peligrosos para llevar a cabo su trabajo y puedan trabajar en un entorno seguro y propicio. 

Read in English

Human Rights Defenders, HRDs, Corruption, United Nations, Geneva4Justice, GICJ, Geneva International Centre for Justice, Justice 

 



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