Por Sarah Tayara y Aimara Pujadas / GICJ 

Durante casi 11 años, el pueblo sirio ha sido asfixiado por una brutal guerra civil y por violaciones humanitarias. El miércoles 26 y el jueves 27 de enero de 2022, el Consejo de Seguridad celebró sesiones informativas sobre la evolución humanitaria y política del país. Geir O. Pedersen, Enviado Especial para Siria, informó sobre la vía política, y el Secretario General Adjunto de Asuntos Humanitarios, Martin Griffiths, exploró la situación humanitaria. Los representantes de la sociedad civil también estuvieron presentes en ambas reuniones. 

Estancamiento político

Pedersen puso al día al Consejo sobre la sombría realidad de la situación política en Siria. Sin cambios en el frente del conflicto, destacó que la falta de una solución militar en el horizonte, combinada con la profunda desconfianza que albergan los Estados clave en el conflicto, como  lo son Turquía y Rusia, han hecho que las perspectivas de un futuro político más brillante no parezcan muy prometedoras. 

No obstante, Pedersen explicó sus esfuerzos por impulsar las iniciativas democráticas necesarias para que los Estados se comprometan con las acciones recíprocas necesarias, dando así, aplicación a la Resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU de 2015. Esta resolución ordena a la ONU que facilite un proceso político dirigido por los sirios. Además, conseguir que Alemania, Irán, Qatar, Rusia y Turquía se pongan de acuerdo no es más que una de las luchas con las que ha tenido que lidiar el Enviado Especial. Superar la tensión crítica entre la oposición siria y la delegación rusa ha sido aún más difícil, especialmente durante las reuniones de Astana del 21 de diciembre de 2021 en Nur-Sultan, Kazajistán. 

Asimismo, Pedersen se refirió a la situación del Comité Constitucional Sirio, creado a raíz de la Resolución 2254 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, sobre un acuerdo entre el Gobierno sirio y la Comisión de Negociaciones Sirias de la oposición. Este destaca que han habido pocos esfuerzos por las partes para transformar las palabras en acciones. En particular, el gobierno sirio sigue siendo un obstáculo considerable para hacer avanzar el proceso con las discusiones en Damasco. 

Por último, Pedersen se refirió a la precaria situación de cientos de miles de civiles sirios que siguen sometidos a los juegos políticos de las distintas partes del conflicto. En particular, destacó los recientes bombardeos de aviones de combate rusos sobre varias ciudades del noroeste de Siria, así como los ataques aéreos de Israel del 28 de diciembre de 202 sobre Latakia, el principal puerto comercial de Siria.  

Situación humanitaria

Al abordar la situación humanitaria, Griffiths destacó la cruda situación humanitaria del país. La agitación económica, la subida de los precios de los alimentos y el combustible, la incontrolable propagación del COVID y el aumento de las tasas de desempleo han provocado una pobreza y unas penurias inimaginables en el país.  

Griffiths se refirió a los últimos acontecimientos relacionados con la entrega de ayuda humanitaria tanto a través de la frontera de Turquía a Siria, como a través de las zonas controladas por el gobierno sirio a las zonas fuera del control del gobierno. Griffiths destacó que los esfuerzos para aumentar la asistencia humanitaria transfronteriza deben continuar dentro de Siria como un salvavidas esencial para millones de sirios y la protección de miles de trabajadores humanitarios. 

Además, las difíciles condiciones de vida no han hecho más que agravarse con el duro invierno. Los campamentos de desplazados internos se han transformado en zonas de desastre, como ha declarado Mark Cutts, Coordinador Regional Adjunto de Asuntos Humanitarios de la ONU. Las fuertes nevadas y la caída de las temperaturas han provocado que más de 9.000 tiendas de campaña que albergan a más de 300.000 desplazados internos sirios hayan sido dañadas y destruidas, según la OCHA. Las dificultades se han extendido más allá de las fronteras sirias, ya que la OCHA en Turquía ha informado que 362 tiendas de campaña han resultado dañadas por las tormentas invernales, lo que ha afectado a 2.124 refugiados sirios que viven en campamentos en el país. 

A pesar de los esfuerzos de los trabajadores humanitarios que han ayudado a despejar las carreteras, desplegar clínicas móviles, reparar o sustituir las tiendas dañadas y proporcionar artículos como alimentos, mantas y ropa de invierno, tres niños han muerto como consecuencia del clima extremo y de los accidentes provocados por los intentos de calentar las tiendas con recursos limitados.

La falta de condiciones materiales para hacer frente a las duras condiciones meteorológicas y el uso de materiales peligrosos para mantenerse caliente han hecho que los graves impactos sanitarios y medioambientales evitables se hayan convertido en algo inevitable. Haciéndose eco de Griffiths, Cutts instó a la comunidad internacional a reconocer la magnitud de la crisis y a sacar rápidamente a los desplazados de las tiendas de campaña y llevarlos a refugios más seguros y dignos.

Posición de GICJ

Geneva International Centre for Justice (GICJ) continúa profundamente preocupado por la situación política y humanitaria en Siria. Más de una década después del inicio del conflicto, las necesidades del pueblo sirio aún no han sido consideradas realmente, y mucho menos priorizadas, por el gobierno sirio y otras partes en el conflicto. CIGJ está especialmente preocupada por la situación de los niños y los ancianos quienes siendo increíblemente vulnerables y enfrentados a la falta de recursos, son los que más luchan por sobrevivir. 

GICJ hace un llamado a todas las partes del conflicto para que se comprometan realmente a dar prioridad a la población de Siria a través de mecanismos como la Resolución 2254 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, así como al cese inmediato de cualquier acción militar contra la población civil. A medida que se acerca el undécimo año del conflicto, aliviar el sufrimiento de los sirios no debería ser una consideración secundaria, sino un imperativo para el gobierno sirio y la comunidad internacional. 

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