Por Isabelle Despicht / GICJ
Traducido por Natalia Venegas / GICJ
El lunes 17 de enero, un grupo de expertos en derechos humanos de la ONU, designados por el Consejo de Derechos Humanos, expresaron su profunda preocupación por la situación actual de las mujeres en Afganistán. La ONU advirtió sobre la discriminación y la violencia sistemática de género que sufren actualmente las mujeres y las jóvenes en el país. Las condiciones de las mujeres y niñas afganas, que ya eran terribles antes de la ofensiva talibán, han empeorado desde que tomaron el control de Kabul en agosto de 2021.
En los últimos dos meses, los líderes talibanes han utilizado sistemáticamente medidas agresivas contra las mujeres, como impedirles asistir a la escuela, negando así su derecho fundamental a la educación. Además, impiden a las mujeres volver a sus puestos de trabajo y utilizar el transporte público sin supervisión masculina. El grupo de expertos de la ONU considera que estas restricciones son una forma de excluir a las mujeres y niñas de las esferas social, política y económica de la sociedad afgana.
Las prácticas nocivas pueden ilustrarse además con la continua negación de los derechos de las mujeres a seguir la educación secundaria o terciaria, ya que los grupos talibanes sostienen que los hombres y las mujeres deben estar separados. Las estudiantes tienen que seguir una estricta política de vestimenta para asistir a la escuela, lo que ha obligado a las escuelas secundarias para niñas particularmente, a permanecer cerradas. En la actualidad, a la mayoría de las niñas que cursan los grados 7 a 12 se les niega el acceso a la escuela [1].
El grupo de expertos de la ONU subraya además que "en su conjunto, estas políticas constituyen un castigo colectivo para las mujeres y las niñas, basado en prejuicios de género y prácticas perjudiciales”]. [2] La situación se considera especialmente preocupante, dado el cierre del Ministerio de Asuntos de la Mujer, que fue reutilizado para servir a la propaganda talibán, y el cierre de la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán (AIHRC), cuyo personal fue objeto de ataques selectivos por parte de los talibanes en 2020. Además, se han disuelto los tribunales especializados y las unidades de enjuiciamiento responsables de aplicar la Ley de Eliminación de la Violencia contra la Mujer de 2009.
El desmantelamiento de estas instituciones y las nuevas normas impuestas han afectado la capacidad de las mujeres para trabajar y ser económicamente autónomas, por lo que ahora pasan a depender de sus homólogos masculinos. Además, han impedido su asistencia a la educación secundaria o terciaria, lo que aumenta el riesgo de seguir cayendo en la pobreza. Las medidas mencionadas anteriormente también han aumentado la posibilidad de que las mujeres y las niñas sean explotadas (sexualmente), traficadas, obligadas a casarse o incluso forzadas a trabajar, lo que ha llevado a muchas de ellas a huir del país. Otra consideración es que las mujeres y niñas pertenecientes a minorías étnicas, religiosas o lingüísticas, como las comunidades hazaras, tayikas, hindúes y otras, son aún más susceptibles de sufrir daños debido a sus diferencias potencialmente observables.
Otros grupos, como los defensores de los derechos humanos, los jueces y fiscales, los activistas de la sociedad civil, los periodistas o las fuerzas de seguridad y gubernamentales, también corren un mayor riesgo.
El grupo de expertos de la ONU insiste en la necesidad de que la comunidad internacional exija a las autoridades de facto que rindan cuentas sobre sus actos y en la urgencia de hacer llegar la ayuda humanitaria a los necesitados. Los expertos reiteran que "cualquier respuesta humanitaria, esfuerzo de recuperación o desarrollo en el país, está condenado al fracaso si el personal femenino, las organizaciones dirigidas por mujeres y las mujeres en general. En particular las mujeres de las comunidades minoritarias, quienes siguen siendo excluidas de la plena participación en las evaluaciones de las necesidades, así como en la toma de decisiones, el diseño, la ejecución y el seguimiento de estas intervenciones". [3]
Geneva International Centre for Justice (GICJ) condena enérgicamente las violaciones sistemáticas de los derechos humanos del pueblo afgano y la exclusión de las mujeres de las esferas política, cultural y económica. GICJ hace un llamado a la comunidad internacional para que responsabilice al gobierno talibán de facto por sus acciones y le insta a que preste una asistencia humanitaria especial a las personas que corren un gran riesgo, como las mujeres y las niñas, las pertenecientes a minorías y otros grupos de alto riesgo.
Justice, Human Rights, Geneva, geneva4justice, GICJ, Geneva International Centre For Justice
[1]https://ennhri.org/news-and-blog/ennhri-urges-support-for-and-stands-in-solidarity-with-the-afghan-independent-human-rights-commission/
[2] https://www.ohchr.org/EN/NewsEvents/Pages/DisplayNews.aspx?NewsID=28029&LangID=E