La situación de derechos humanos en los Territorios Palestinos Ocupados

Comunicado de prensa: la situación de derechos humanos en los Territorios Palestinos Ocupados

(27 de mayo de 2021)

International-Lawyers.org, International Organization for the Elimination of All Forms of Racial Discrimination (EAFORD), Association Ma’onah for Human Rights and Immigration (AMHRI), y Geneva International Centre for Justice (GICJ) celebran la decisión del Consejo de Derechos Humanos de convocar una sesión especial para abordar la grave situación de derechos humanos en los Territorios Palestinos Ocupados, incluyendo Jerusalén Este. Lamentamos que a pesar de habernos registrado tan pronto como se abrió el portal de inscripción, ninguna de nuestras organizaciones haya sido autorizada a realizar una declaración oral. No obstante, dejamos constancia de nuestra posición sobre la situación en Palestina en este comunicado.

El día 10 de mayo de 2021, las fuerzas israelíes iniciaron un acto de agresión contra el pueblo ocupado de Palestina, que fue el más mortífero desde 2014. Las espeluznantes imágenes de cohetes lanzados por aviones en los medios de comunicación han contribuido a exponer el flagrante desprecio de Israel por los derechos humanos y el derecho internacional humanitario. Cientos de civiles palestinos indefensos murieron, entre ellos decenas de niños, y miles resultaron heridos. Cientos de hogares palestinos fueron destruidos y más de setenta mil palestinos fueron desplazados en Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este. En cambio, trece israelíes murieron y 117 resultaron heridos. Las desproporcionadas bajas y daños registrados durante los recientes enfrentamientos contradicen completamente la afirmación de Israel de que estaba actuando proporcionalmente en legítima defensa.

Como potencia ocupante, Israel tiene la responsabilidad de garantizar la seguridad de los palestinos y de poner fin a su ocupación. Israel tiene también la obligación legal de respetar el derecho de los Palestinos a la autodeterminación y hasta que éste se haga realidad, no puede haber equivalencia entre el acto de un pueblo que lucha por la autodeterminación y los actos de una potencia ocupante ilegal.

Las recientes atrocidades cometidas se suman a décadas de discriminación, intimidación, trato inhumano y violencia por parte de las autoridades israelíes contra los palestinos en su propia tierra. En Jerusalén Este, casi mil palestinos siguen corriendo el riesgo de ser desalojados por la fuerza. En Gaza, a casi dos millones de palestinos se les han negado las necesidades vitales durante períodos de tiempo prolongados y han sido objeto de ataques con armas militares de gran potencia proporcionadas a Israel por países europeos y Estados Unidos entre otros. El ataque de Israel a la mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén el viernes 7 de mayo de 2021, durante el Ramadán y sin motivos legítimos de seguridad, refleja un desprecio insensible por la religión de otros. Los derechos fundamentales de los palestinos se ven cada vez más limitados por las políticas del gobierno israelí, y la limpieza étnica es una realidad para los habitantes palestinos de los Territorios Ocupados. Estas acciones de Israel son ahora ampliamente reconocidas como constitutivas del crimen de apartheid y equivalen a un genocidio.

La comunidad internacional no debe permanecer en silencio. Debe defender el derecho jus cogens del pueblo palestino a la autodeterminación, y tiene la obligación erga omnes de poner fin al apartheid y al genocidio dondequiera que se produzcan. Israel debe poner fin a la ocupación ilegal de los territorios palestinos, cesar los desalojos forzosos de familias palestinas de sus hogares y poner fin a su política de apartheid. Instamos al Consejo a que aliente a la Corte Penal Internacional a que garantice la rendición de cuentas por las atrocidades cometidas durante años en Palestina, incluyendo la determinación de si esos actos constituyen un genocidio.