52.º periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos
27 de febrero – 4 de abril de 2023
Debate general sobre el tema 3
17 de marzo de 2023
Declaración de International-Lawyers.org
Por Martin Browne / GICJ
Traducido por Isabel García Aguilar / GICJ
Gracias.
La primera vez que escuché a mi padre decir una palabrota fue en el comienzo de la invasión de Iraq en marzo de 2003, hace ya 20 años. Lo que se denominó Conmoción y Pavor fue un espanto, e impactante.
La invasión fue ilegal, ya que los Estados incumplieron la prohibición fundacional del uso de la fuerza. El derecho internacional se hizo trizas y se disimuló a través de justificaciones vacías que hacían ver como si existiese un cierto humanitarismo subyacente. Era un castillo de naipes en el que la rendición de cuentas y la justicia no han tenido cabida. Los países que invadieron Irak todavía se sientan en el Consejo de Seguridad, todavía controlan territorios extranjeros y todavía quieren explotar los recursos de las naciones soberanas.
Para el propio Irak, una de las consecuencias de la invasión ilegal ha sido la increíble pérdida de más de un millón de vidas humanas. Hasta la fecha, el país está controlado por milicias armadas, sufre una violencia sectaria sin límites y vive unas luchas por el poder que están agudizadas por la intervención extranjera. Miles de desaparecidos forzosos en estos conflictos no han aparecido todavía.
Aun así, la guerra no ha dejado prácticamente ninguna huella en Estados Unidos y en Reino Unido. Apenas se recuerdan las transgresiones de 2003 y no se ha procesado a nadie por las violaciones del derecho internacional que se realizaron.
Las ONG que patrocinan esta declaración instan al Consejo a establecer una comisión de investigación para las actuales y anteriores violaciones de los derechos humanos en Irak.
El impacto de la invasión de Irak ha sido profundo y duradero. Como recordatorio de que ocurrió, no solo tenemos todos estos preciosos aniversarios con números redondos, sino también, las tumbas.
Gracias.