Por Rute Belachew / GICJ

Traducido por Natalia Venegas / GICJ

"Nosotros pertenecemos a la tierra, la tierra no nos pertenece", declara el Relator Especial José Francisco Cal Tzay para añadir énfasis a la continua devastación de las tierras indígenas. El 28 de septiembre, en el 51º período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos, el Sr. Calí Tzay presentó su informe en un diálogo interactivo sobre los derechos de los pueblos indígenas, de conformidad con su mandato en virtud de la Resolución 42/20 del Consejo de Derechos Humanos (A/HRC/51/28; A/HRC/51/28/Add.1). 

Los informes del Sr. Calí Tzay trataron sobre los planes de recuperación de la COVID-19, centrándose en la inseguridad alimentaria. Tras el estallido de la epidemia de COVID-19, los grupos indígenas se enfrentaron a mayores desafíos, ya que los planes de desarrollo pusieron en peligro su capacidad para obtener alimentos y preservar sus identidades culturales. 

El Relator Especial destacó los conocimientos técnicos de las mujeres indígenas en este ámbito y la importancia de incluir a los pueblos indígenas en la creación y aplicación de iniciativas de recuperación. Los panelistas indígenas abogaron por que el Consejo aumente sus esfuerzos para involucrar a los pueblos indígenas en los planes de recuperación.

Geneva International Centre for Justice (GICJ) condena enérgicamente toda intimidación, violencia y discriminación contra los pueblos indígenas. Reconocemos que estas tácticas se han utilizado históricamente para violar los derechos humanos de los pueblos indígenas e instamos a los gobiernos a que continúen examinando sus políticas que se derivan del racismo sistémico. Para garantizar los derechos humanos de todos, GICJ insta a los Estados a poner en práctica las recomendaciones de los informes.




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