Por Emily Bare / GICJ

Traducido por Jennifer Tapia Boada/ GICJ

"Los jóvenes deben estar a la vanguardia del cambio global y la innovación. Empoderados, pueden llegar a ser agentes clave para el desarrollo y la paz. Sin embargo, si se los mantiene al margen de la sociedad, todos nos empobreceremos. Asegurémonos de que los jóvenes tienen acceso a todas las oportunidades de participar plenamente en la vida de sus sociedades". – Kofi Annan

El 12 de agosto representa el día anual para llamar la atención de la comunidad internacional sobre asuntos de la juventud y celebrar su potencial en la sociedad global actual. Es un día para comprometerse con la juventud de todo el mundo y abordar muchas áreas prioritarias al respecto, a saber: su educación, empleo, hambre y pobreza, salud, participación, juventud y conflicto, y relaciones intergeneracionales [1]. 

En este sentido, la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) adoptó una resolución que respalda el 12 de agosto como el "Día Internacional de la Juventud", recomendando que se organicen actividades de información pública a todos los niveles para apoyar el día y promover la conciencia, especialmente entre los jóvenes [2]. Este año, el tema es "Solidaridad intergeneracional: Creando un mundo para todas las edades".

Antecedentes

Con el tiempo, el reconocimiento de la juventud y su impacto en la sociedad comenzó a llamar la atención de la comunidad internacional. En 1965, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) definió que son jóvenes quienes estan entre las edades de 15 a 24 años y reconoció que sus contribuciones son esenciales para el desarrollo de la sociedad [3].

30 años después, en 1995, la ONU reforzó su compromiso con los jóvenes al adoptar el "Programa de Acción Mundial para la Juventud (WPAY)", el cual proporciona un marco de políticas y directrices prácticas para la acción nacional y el apoyo internacional para mejorar la situación de los jóvenes, aumentandoles acceso a oportunidades de participación constructiva en la sociedad [4].

Finalmente, en 1998, la primera sesión de la Conferencia Mundial de Ministros Responsables de la Juventud adoptó una resolución que proclamaba el 12 de agosto el Día Internacional de la Juventud [5]. Dicha resolución fue posteriormente aprobada por el quincuagésimo cuarto período de sesiones de la Asamblea General en su resolución 54/120, de 17 de diciembre de 1999.

Solidaridad Intergeneracional

Este año, el Día Internacional de la Juventud tiene lugar justo después de la 60.ª sesión de la Comisión de Desarrollo Social (del 7 al 16 de febrero de 2022) y de la 11.ª edición del Foro de la Juventud del ECOSOC (19 y 20 de abril de 2022). La Comisión de Desarrollo Social se centró en la importancia de garantizar el acceso a los servicios básicos para todos, incluida la educación, la salud y el empleo de calidad. Por su parte, el Foro de la Juventud del ECOSOC destacó el compromiso de la ONU para fortalecer la solidaridad con los jóvenes y avanzar en la implementación total de la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

El tema de este año: "Solidaridad intergeneracional: Creando un mundo para todas las edades" presenta la idea de que para lograr la Agenda 2030, el mundo necesita aprovechar el potencial de todas las generaciones. El tema destaca que la solidaridad entre generaciones es clave para el desarrollo sostenible. Todos los países deben unirse para que el mundo sea un lugar mejor en el futuro para nuestra juventud.

En 2021, el Secretario General de la ONU presentó nuevas recomendaciones sobre la solidaridad intergeneracional. Estas recomendaciones garantizan que las decisiones políticas y presupuestarias tengan en cuenta una mejor representación política de los jóvenes y la transformación en la educación, la capacitación y las prácticas de aprendizaje permanente [6]. Sin embargo, aún quedan muchos desafíos para lograr la solidaridad intergeneracional.

En particular, la discriminación por edad continúa presentando un desafío importante para fomentar la colaboración y la solidaridad entre los grupos de edad. La Organización Mundial de la Salud define la discriminación por edad como “estereotipos (cómo pensamos), prejuicios (cómo nos sentimos) y discriminación (cómo actuamos) dirigidos hacia los demás o hacia uno mismo, en función de la edad” [7]. Los jóvenes continúan reportando barreras relacionadas con la edad en varias esferas de sus vidas, como en el trabajo, la participación política y la salud. A nivel mundial, los jóvenes reportan más discriminación por edad (percibida) que otros grupos de edad.

En términos de empleo, los jóvenes reportan discriminación por edad en términos de pago y beneficios, además de ser generalmente percibidos como incompetentes porque se ven jóvenes. La discriminación por edad también puede obligar a los trabajadores más jóvenes a quedarse sin empleo. Un estudio de tres años realizado en Australia mostró que 1259 empleados de entre 15 y 24 años fueron despedidos, y el 8 % de ellos se debió a discriminación basada en la edad [8].

En cuanto a la participación política, existe una tendencia a dudar, negar o descartar las voces de los jóvenes y limitar sus esfuerzos en los movimientos de incidencia política debido a la discriminación por edad subyacente. Algunos estudios examinaron las elecciones para alcaldes y encontraron que la edad de los candidatos políticos tenía más influencia en el comportamiento electoral que el sexo, el género o la raza, y los candidatos de mediana edad eran preferidos a los más jóvenes [9].

Al acceder a la atención médica, los jóvenes entre las edades de 18 a 24 años son legalmente adultos y pueden salir del sistema pediátrico. Sin embargo, este grupo de edad posee algunas necesidades únicas que el sistema de adultos no cubre actualmente. La discriminación por edad interfiere con la comunicación adecuada entre el joven y el profesional de la salud, donde a menudo no se proporciona una comunicación efectiva, respetuosa y apropiada para la edad entre los dos. Además, existen problemas de costo, transporte y confidencialidad para los jóvenes que pueden estar buscando autonomía [9]. A pesar de estas barreras, existe una falta de apoyo para que los jóvenes accedan a la atención médica.

A nivel individual, los obstáculos relacionados con la edad pueden afectar profundamente al bienestar y al acceso a medios de subsistencian en las personas, desde la juventud hasta la edad adulta. A nivel social, la discriminación por edad nos impide contribuir para crear políticas y servicios sociales que sean justas para todas las edades.

Fomentar la solidaridad intergeneracional es más necesario que nunca para garantizar una etapa de “recuperación” inclusiva y sostenible. A medida que avanzamos hacia esta, es especialmente importante reconocer y abordar las barreras relacionadas con la edad para reconstruir mejor, aprovechando las fortalezas y el conocimiento de todas las generaciones.

Geneva International Centre for Justice (GICJ) acoje con beneplácito aquel esfuerzo por garantizar una solidaridad intergeneracional, sin embargo, GICJ se encuentra alarmado por la cantidad de jóvenes que constantemente enfrentan barreras relacionadas con la edad en el trabajo, la participación política y el acceso a los servicios de atención médica. En este sentido, GICJ reitera su condena a todas las formas de discriminación por edad. Asimismo, GICJ expresa su apoyo a la juventud, la solidaridad intergeneracional y las coordinaciones necarias para alcanzar los ODS de la Agenda 2030 de la ONU. Por último, GICJ reconoce firmemente el importante rol de la juventud en el desarrollo social, e insta a dar fin a la discriminación contra los jóvenes basada en la edad.

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