Por: Beatrice Serra/ GICJ
Traducido por: Aimara Pujadas
Introducción
Cada año, el 10 de diciembre, la comunidad internacional celebra el Día Internacional de los Derechos Humanos. El 10 de diciembre corresponde a la adopción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) en 1948 (Resolución 217 A de la Asamblea General). La DUDH es un documento internacional fundamental en el que se detallan los derechos y libertades inalienables a los que toda persona tiene derecho, comenzando por la libertad y la igualdad al nacer, en dignidad y derechos, independientemente del origen, la propiedad, el nacimiento u otra condición. La Asamblea General proclamó la DUDH como un "ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse", hacia el cual los individuos y las sociedades deben "esforzarse mediante medidas progresivas, nacionales e internacionales, para lograr su reconocimiento y aplicación universales y efectivos".
“Negar a las personas sus derechos humanos es desafiar su propia humanidad"
Nelson Mandela
Día de los Derechos Humanos 2021 - Todos humanos, todos iguales
El tema del Día de los Derechos Humanos en 2021 se centra en la igualdad y en el artículo 1 de la DUDH, según el cual "todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos".
Con esta celebración se fomenta la adopción de un enfoque del desarrollo basado en los derechos humanos, cuyo objetivo es erradicar cualquier forma de discriminación contra las personas vulnerables, como las mujeres y las niñas, los pueblos indígenas, las minorías religiosas y étnicas, los afrodescendientes, las personas LGBTI+, los migrantes y las personas con discapacidad. Promover una cultura de igualdad, inclusión y no discriminación es la clave para avanzar en los derechos humanos y cumplir los objetivos de la Agenda 2030.
El 48º periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU también se centró en la aplicación práctica de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. La actual crisis sanitaria exacerba las desigualdades existentes. Para garantizar el derecho al más alto nivel posible de salud física y mental, necesitamos igualdad en el suministro de vacunas. Asimismo, urge una educación inclusiva, equitativa y de calidad para todos, al tiempo que se reduce la brecha digital, para alcanzar el Objetivo 10 de los ODS sobre la reducción de la desigualdad dentro de los países y entre ellos. Para reconstruir mejor a partir de la pandemia COVID-19, es necesario contener la propagación del virus, por lo que debe garantizarse el acceso a las vacunas para todos.
Las extremas desigualdades arraigadas en el patriarcado, el colonialismo, la esclavitud, el apartheid y el neocolonialismo tienen profundas implicaciones para los derechos humanos. Es innegable que muchos países se enfrentan a múltiples amenazas en el marco de la pandemia del COVID-19: los conflictos armados, las catástrofes provocadas por el cambio climático, el aumento de la incitación al odio, la discriminación y la violencia contra las personas vulnerables eran ya enormes desafíos que se han visto agravados por la actual crisis sanitaria.
La falta de garantías de los derechos humanos fomenta un desarrollo insostenible. El aumento de las desigualdades de renta y riqueza que ha experimentado el mundo en la última década es uno de los principales retos de nuestro tiempo. Un medio ambiente seguro y sostenible es la base de todos los derechos económicos, sociales y culturales sobre la que construir una economía más justa basada en los derechos humanos, capaz de lograr mejores resultados sin dejar a nadie atrás.
Geneva International Centre for Justice (GICJ) reitera el poderoso mensaje de que "nadie está seguro hasta que todo el mundo esté seguro". Los Estados tienen la responsabilidad primordial de proteger y promover los derechos humanos y la dignidad de todas las personas bajo su jurisdicción. En el contexto de la actual crisis sanitaria, instamos a la comunidad internacional, especialmente a los países desarrollados, a actuar de forma solidaria y a garantizar el acceso a las vacunas para todos. La lucha contra la desigualdad y la discriminación exige algo más que políticas y normativas sólidas. Exige una voluntad internacional mucho mayor para hacer efectivos los derechos de todas las personas, especialmente garantizando la cobertura sanitaria universal y el acceso universal a la educación. Además, la participación y la representación de los grupos vulnerables en los procesos de toma de decisiones y en la vida pública es también crucial para lograr la justicia y la igualdad.
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